martes, 11 de noviembre de 2008

Vestida de negro.

Corté la larga tela. Aproximadamente 5 metros de negro color en mis manos. Cogí las tijeras y comencé a dividirla, despacio, sin saña. Acaricié sus hilos enfiladitos, cogí la máquina y comencé a darle forma. Una vez terminado, lo puse sobre mi cuerpo. Mis pechos se entallaban y dejaban ver el pezón de cada uno de ellos, sin sentir frío, sólo con el roce de las fibras.

Alcé las manos levantándome el cabello, el escote de la espalda dejaba ver mi piel blanca. Mi cabello lacio quería resbalarse de mis dedos...

Hice una mueca porque tus ojos estaban lejos de mi. Me acerqué a donde estabas sentado, alcé un hombro coqueteándote, sonriéndote me aproximé más, alcé mi prenda y encerré tu cabeza, para sentir entonces un jalón sobre mi pezón izquierdo, luego coloqué tu nariz entre mis pechos y dijiste tu frase.... "chichonadas de placer".

(...)

1 comentario:

Anónimo dijo...

YA SE TE EXTRAÑABA... EN HORA BUENA; SE TE NOTA MAS CONTENTA A TU REGRESO

JMGRACIA