miércoles, 7 de mayo de 2008

Estuve en el psiquiátrico.

Fue jueves, por la noche, cuando me desesperé y dije que no podía más. Busqué entre mi desordenado cajón una caja de rivotril en gotas que tenía desde hace años.

Pensé que si era el momento adecuado. Algo me decía (no eran voces, era yo misma) que si lo iba a hacer después, porqué no apurarme.

Abrí el botecito y lo volteé para vaciarlo en el vaso. Era tan lento el caer de cada gota que me desesperé aún más y lo abrí totalmente para vaciarlo en un vaso con muy poca agua.

Le hablé a mamá y le dije que la quería. Le dije a All que no era por él, sino por mi, que no era por él, sino por mi, que no era por él sino por mi...

Entonces concluí la llamada y me tomé de un trago la medicina. No era amarga, pero tampoco agradable. Lo más feo del rivotril es el olor. Comencé a llorar más y pensé que ya era tiempo de descansar, que dormir sin despertar era lo que me ayudaría a no sentir más angustia, ni celos, ni cosa alguna de esas que ya no me dejaba vivir bien.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

estuve esperando mucho alguna nueva entrada please no tardes tanto e escribir... se te extraña

Anónimo dijo...

pues a mi me parece un una llamada de atencion lo que has hecho y poco mas, sino no te sueltan del psikiatrico tan rapido, y bueno lo de un bote de rivotril es de risa... no te voy a decir lo ke te has de tomar...
Disfruta la vida y si kieres kitar uno de los motivos del suicidio de tu vida... cierra este blog y dormiras mas trankilamente

Unknown dijo...

querida compatriota!!! no te desalientes y piensa que habemos muchos que estamos pasando por una situación similar o aun mas dificil, nolo sabria, pero recuerda que en la medida que mejores tu calidad de vida, asi ayudaras a nosotros, los desesperados desamparados de amor, somos entonces tu en nosotros.

deseo que tengas pronto alivio!!!