miércoles, 6 de febrero de 2008

La Cita.

Dijiste que pasarías a verme el viernes por la noche. Estuve esperando con emoción la hora de la salida. Llamaste de repente y me avisas que no vas a poder ir porque tu amigo Koma te invitó a tomar unas frías. Carajo. Ya habíamos quedado.
Es menos la calentura que tu addicción? No vayas a resultar como otro Rona cualquiera. Eso no. Ni madres lo soportaría, te irías al carajo ipso facto. Me enfado contigo obviamente y te digo que te vayas con tu amigo y me dejes en paz, entonces. Me dices que quieres verme al siguiente día. De castigo te digo que pases por mi, a la casa, muy temprano, creo que a las 8:00 te dije, suficiente castigo hacer que un hombre crudo se levante temprano. No me importa. Es como una prueba que tienes que aprobar para seguir juntos.
De todas formas qué tanto son unas semanas? es menor el coste que haber dejado pasar más tiempo, aunque los sentimientos que se implican ya van fluyendo, asomándose sin que pueda evitarlo.
Mi enfado es más de ir sola al lugar donde posiblemente me den trabajo, que el hecho de que tu amigo me haya robado a mi novio por un noche. Maldigo a tu amigo, bueno, no tanto, lo "pincheo" nadamás.
Voy al otro lugar y me dicen que está todo bien conmigo, y que soy bienvenida. Bueno, entonces entro, aproximadamente un 9 de febrero de hace 8 años.

Me sorprendió escuchar ladrar a los perros. Ya hasta se me había olvidado que llegarías. Ahí estabas, fuera, con las manos dentro de los bolsillos, con tu cabello hacia atrás, como siempre, casi pulcro. Te hice seña que esperaras. Castigo, castigo.
Salgo al fin y te recibo fingiendo mala gana. Ni rastro de aliento a cerveza, te has bañado por lo que veo.

1 comentario:

SinapsiS dijo...

=o.. impresionante ..:D